Eugenia Delgado García.
Con este titular, hago introducción a un tema altamente interesante, que forma parte de la historia Lgtb + . El Drag, o la escena drag, es una vertiente artística que va de la mano de la historia del colectivo, pues podemos desglosarlo, y apreciar este fenómeno que ha estado presente en todos los continentes, desde tiempos inmemoriales.
Cuando pensamos en el drag, las primeras ideas que se nos vienen a la cabeza, son alegría, música, pelucas, trajes, rellenos, maquillaje, taconazos, risas, jolgorio, y espectáculo. Y sin duda alguna, estas imágenes llenan el espíritu de todo aquel que sea familiar a la experiencia artística que es el Drag.
De esta forma, cabe hacer una breve explicación de los conceptos básicos. Muchas son las diferentes opiniones al respecto, estando influenciadas de este mismo modo por la historia y el contexto histórico y geográfico.
Así, en términos generales y descontextualizados, podemos afirmar, sin introducir una cronología, la escena o la performance Drag consiste en la personificación o imitación de los géneros binarios, el masculino y el femenino, por medio de la sátira y la exageración. Se utilizan todo tipo de atuendos, maquillaje, trampantojos, pelucas, vello facial postizo o la completa ausencia de éste , para lograr una representación artística, exagerada y dramática de dichos géneros. n palabras del Drag King norteamericano Landon Cider, La principales tipologías de Drag, tienen un mismo procedimiento, pero dan lugar a un resultado diferente.
Normalmente, la personas de género masculino, ya sea binario o perteneciente al amplio espectro de género, son las que se dedican a la performance Drag Queen, y las personas de género femenino (de nuevo, binario o no binario) son las que se enfocan hacia la performance Drag King.
El drag es visto por muchas personas como una forma de expresarse artísticamente en la intimidad, pero lo más común es que participen o protagonicen espectáculos en directo, conocidos como “ Drag shows” . Normalmente, consisten en representaciones artísticas en las cuales, siguiendo un audio reproducido de fondo, hacen de este su voz, realizando coreografías e interaccionando con el público. También, hay artistas que hacen uso de su propia voz. Así, cabe destacar que es este el nombre por el cual se conoce comúnmente aeste fenómeno artístico, pero es sabido, que aquí, en españa, nos referimos a los y las artistas del drag como “Transformistas” o “travestis”, entendiéndose como un vocablo que que no tiene en ningún momento una intención peyorativa. Hablamos de personas que toman la decisión de usar vestimentas, maneras y aspectos de lo que la sociedad interpreta como los dos géneros binarios, siendo, normalmente, el contrario del usuario. Puede ser por pura diversión, por probar la experiencia, o porque simplemente tenga ese hábito de transitar entre la masculinidad y la femineidad.
De esta forma, y como se ha dicho al principio, los, las y les artistes del drag han existido y existen en toda clase de lugares, culturas y civilizaciones. Sin tener que remontarnos a lugares remotos,hoy en día, encontramos en las calles de Torremolinos una gran serie de artistas del Drag que dan vida, luz y color a las calles de este municipio malagueño.
Aquí, culminando con esta entrada, toma el protagonismo El Pasaje Begoña, de la mano de su amplia y rica historia. Éstas divinidades del jolgorio y el arte engrosaban la lista de personas que dejaban sus preocupaciones y se dejaban llevar en el ambiente tan acogedor que en la época de esplendor existía en el Pasaje. Por ejemplo, una de las ilustres clientes del Pasaje Begoña tenemos a «La Otxoa», aún famosísima y una de las más veteranas y aclamadas de la historia del travestismo.
Eugenia Delgado es investigadora sobre la historia LGTBI de Torremolinos.
Origen de la imagen: https://www.eitb.eus/es/noticias/gente/detalle/537423/la-otxoa-si-lo-exige-guion-yo-hago-todo/